Enhebrados es un proyecto que surge espontáneamente, como casi todas las cosas que merecen la pena.

En una noche reciente de verano el Elemento de Paco (su afán por trabajar las palabras, darle forma, contar historias...) y el de César (capturar imágenes, detener lo que ocurre y pausarlo, retener la realidad desde su propio ángulo...) finalmente confluyen, y de ahí nace la oportunidad de enhebrarlos: la fotografía de César reescrita con los microrrelatos de Paco.

Unas palabras —serán pocas— para celebrar que este espacio de encuentro fugaz e intenso entre la imagen y la palabra se hace más ancho y profundo gracias a las nuevas voces: al vacío de las despedidas, la admiración por las curvas, los inciertos, y por tanto emocionantes, viajes por mar y la sabiduría de la madera vieja.

No nos conocemos todos, ni falta que hace. El espació toma vida propia y hace posible la hospitalidad y el reconocimiento mutuo; y también la complicidad entre fotógrafos y escritores, entre autores y lectores. Tal vez un día de estos, deseemos compartir entre nosotros qué vimos en las imágenes de César o qué vio él en nuestras palabras.

Una fotografía deja muchos interrogantes abiertos a quien la mira, un microrrelato también a quien lo lee. Ni una ni otro pretenden —ni pueden— cerrar una historia, dejan más interrogantes que respuestas, y queda por tanto la puerta abierta a la imaginación, la interpretación, y puede que también al deseo y las expectativas, de quienes nos visitan. Algunos textos son breves, muy breves -casi como haikus con efecto boomerang sin posibilidad de retorno-; otros se extienden algo más, en formato de poesía o microrrelato, incluso reflexiones. En algunos casos se aportan lecturas directas de la obra gráfica, en otros se ha cogido la fotografía por una esquina y construido una historia en la que ésta es casi un personaje. En cualquier caso, momentos creativos que son sólo uno de los muchos posibles; una de tantas vías por donde puede discurrir el hilo de este gozoso encuentro. Este es un espacio de lo fugaz, lo intenso, lo breve, lo mínimo, un espacio de hebras que no pretenden construir una sólida madeja de lana, sino dejar que cada una de ellas transite por él con su tamaño, su color, su luz, sus sombras y, tal vez, también con su mensaje.

Quizá lleguen a este puerto otras formas de expresión, otros instantes, otras miradas, otras imágenes y otras historias que hablen de soledad, de amor, de lo imposible o, acaso también, de los fantasmas que transitan entre los muebles del salón de nuestras casas.

Por el momento hacemos caso a Andrés Neuman y nos quedamos con aquello que decía: "contar un cuento es saber guardar un secreto y terminarlo es saber callar a tiempo".

2 comentarios:

  1. hola, me ha gustado vuestro proyecto no se si aun esta bierto o no, pero me gustaria participar con fotos o textos, como he de hacerlo? me contais? gracias,
    un saludo,

    ainhoa

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    1. Gracias Ainhoa! A través de Contacto puedes enviarnos un privado a cualquiera de los dos y hablamos.
      Un abrazo!

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