Ahí estabamos, mi hermano y yo sentados mientras mamá hablaba sola.
Mi hermano y yo siempre estuvimos juntos, y ese día mamá nos sacó a pasear y nos compró unos gusanitos de esos "americanos"... que tanto nos gustan.
Era un día soleado, pero no podíamos jugar hasta terminar los gusanitos. El parque estaba enfrente y estaba lleno de niños; mi hermano y yo nos reíamos mientras comentábamos quién se montaría en el columpio primero... el salió corriendo antes, se columpiaba... yo le empujaba y nos reíamos, y me decía ¡más fuerte hemano, más fuerte!.
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