Me molesta a menudo el zumbido. A veces es aún peor por el chisporroteo. Otras es el calor o esa sensación de inminencia de desastre. He tratado de olvidar todas sus impertinencias pero no puedo ignorar que sigue ahí traqueteando. Es por eso que cada vez deseo con más fuerza la desconexión; porque con el paso del tiempo no se aligera la carga y mi corazón cada vez resulta más frágil y más pesado.

2 comentarios:

  1. Una muestra más de equilibrio. El micro acaba en un inesperado centro, entre el peso y la fragilidad. Tema y forma, de la mano. ¿Qué más decirte que no te haya dicho ya? Que te lo creas, por ejemplo. Besos, rubia.

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  2. Gracias querido Rubén. Como me lo crea no me vais a aguantar :P Un besazo

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