Fluyen las horas
minuto a minuto
dejando en el presente
momentos de gloria y gozo
y también de tristeza
y desolación.
Fluyen los días
hora tras hora
dejando atrás dolores ardientes
y amores olvidados.
Fluyen los años
día tras día
hacia ese instante de disolución
en el que todos los recuerdos
desaparecen en el océano del olvido.
En la paz de la consumación última
no habrá ya risas ni lágrimas.
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