A veces la luz entra plena en el alma, rotunda y abierta, blanca y atlántica...

En cambio, otras veces, la luz se parcela, y luminosos cubículos, como farolillos orientales, traen esperanza fraccionada al corazón.

6 comentarios:

  1. Precioso. Y tú eres uno de esos faroles, siempre encendida, que nos trae luz todas las mañanas, incluso las más oscuras. Gracias Pepa! Amor

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    1. Preciosa también la imagen; mágica y desgarrada. Gracias César! :) Amor

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  2. Cuánta belleza contenida en una foto y unas pocas palabras. Enhorabuena!

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  3. ¡Gracias a vosotros!, este blog y vuestros comentarios tan cálidos son un estímulo vital para mí.

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  4. ¿Qué sería de nosotros sin esa luz? Yo no podría vivir sin estos pequeños y reveladores alivios. Gracias por los destellos.

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  5. Maravilloso ambos, ¿qué mejor que la esperanza?

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