Cuando uno es pequeño, el mundo es inmenso. Todo tiene proporciones enormes, todo nos viene grande, todo es un desafío, todo perdura para siempre.
Y, sin embargo, vivimos despreocupados, nada nos da miedo, nos atrevemos con todo y disfrutamos cada segundo de nuestras vidas...
¿Por qué de mayores perdemos todo eso?
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