Cuando no tengas nada, inventa ceremonias e infúndeles vida
"La carretera" - Cormac McCarthy

Sólo el mimo de color bronce que actuaba sentado sobre el aire permanecía tranquilo,mientras el globo lo rodeaba lentamente. Sonrientes policías de paisano detenían a laspersonas que lloraban bajo la acusación de alarma social. Hacía meses que no había protestas ni manifestaciones. La población, innecesaria y ajena, guardaba cola en los contenedores de basura o se agolpaba en los sótanos al abrigo de un fuego improvisado. El globo crecía nutrido por productos financieros que tragaba sin masticar. Ocupaba edificios y calles, extendiéndose como un río de lava envenenada. Las malas lenguas decían que engullía también personas. El gobierno lo negaba.

La niña morena, despeinada y de cara sucia corría junto a su madre a la búsqueda de unsótano con sitio libre. Con la mano agarraba un pequeño cuchillo de cocina, escondido en el bolsillo de su abrigo. Al doblar la esquina vio uno de los tentáculos del globo asomar a lo lejos. Se soltó de su madre, corrió y le hundió el cuchillo hasta el mango en su piel viscosa y húmeda. Se desinfló en pocos minutos dejando un olor viciado en toda la ciudad.

—¿Cómo se te ocurrió? —Le preguntó días después un periodista con acento extranjero
—Nadie pensó……
—Lo leí en un libro. Mi libro decía que los fantasmas y los monstruos dan más miedo de lejos que de cerca. Y también que no hay nada dentro de ellos —respondió la niña.

Aire podrido. Tras años de infierno, resultó ser sólo eso.

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