Cuántos gritos mudos, cuántos susurros de libertad, cuántos deseos frustrados; meciendo sus manos, hacia delante, hacia detrás, gestionando tanto peso soportado y contenido en una jaula de piedra, fría, llena de compañeras de camino, soledad multitudinaria.

Lavando deseos como si fueran pecados, deseos.

Una lágrima se escapa, se funde con el agua siguiendo el camino natural, natural y legítimo, naturaleza que observa cómo ese agujero deja seguir el curso del agua por el cual escapan tus deseos, pecados y esperanzas.

Dejando pasar un rayo de claridad ahí está tu naturaleza, tu esencia, tu ser. Siente.

0 comentarios:

Publicar un comentario