Cuenta la leyenda que fue Isaac Newton quien diseñó y construyó este puente sobre el río Cam. El puente en sí mismo era un desafío a las leyes de la física, pues nadie se explicaba que pudiera sostenerse sin pernos ni tornillos. Un día unos avispados estudiantes del Queens’ College decidieron desmontarlo para ver cómo estaba construido, y no pudiendo ensamblarlo de nuevo tuvieron que ponerle los pernos y tornillos que hoy pueden verse.
Esto es falso. Es bonito pero falso. La verdad es otra.
La verdad es que la primera vez que vi El Puente de las Matemáticas deseé pasear sobre él con todas mis fuerzas. Al poco tiempo, y por razones que no vienen al caso, me convertí en el Sísifo que debía pasar una y otra vez el puente de un lado a otro. Ahora, cada vez que estoy ante él me digo: Ten cuidado con lo que deseas, no sea que se vaya a cumplir.
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