Desolación fría y húmeda, anclada y balanceada entre las olas del mar;
alguien decidió sobre mi futuro,
mis remos inutilizaron.
Sin remos poco a poco muero,
como a un águila las alas cortas muere su vuelo infinito.
El mar hecho espejo de mis recuerdos, observando, suspirando que alguien sin avisar me vuelva a hacer navegar, surcando las olas secas de este mar, invadiéndome gran calma y eterna felicidad.
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