Soñé que era humana.
Me emocionaba pensando las cosas que podía hacer. Tendría músculos que me sujetaran. Vería, sí, vería cosas maravillosas. Y sentiría la piel.
Me observaba allí tumbada y cuando ví su mirada perdida, la flacidez del rostro, los labios cerrados y el pelo peinado, me ví a mi misma...
Aún humana, seguía inmóvil.
0 comentarios:
Publicar un comentario