La vida era con leche y cola cao
y pasó,
aún me pregunto cómo,
del azúcar a la sacarina,
y del café al descafeinado,
y del vaso de nocilla
a la taza
rota
que se pega con esmero
y deja una marca
que se llama cicatriz.

1 comentarios:

  1. Juanes Pitaluga, esos azules...
    Laura al igual que un café tu texto caliente, amargo, fuerte y espeso...

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